jueves, 21 de octubre de 2010

ACARICIANDO LO ASPERO

La conexión a Internet que intento robar es muy mala y hace que mi necesidad de alienarme frente a la pc viendo fotos de algún desconocido amigo de un amigo no pueda realizarse con normalidad. Así es que con acceso a Facebook restringido decido sentarme a tipear “frases sueltas sin pensar” mientras suena un disco de Mimi (el que decidí me acompañe durante mi proceso de separación) quizás para animarme con algunas expresiones alentadoras tales como “mejor dejarte atrás, dejarte libre al fin, fumar y no pensar y después… prefiero mentir que sufrir” o “yo no lloro mas y si se quiere ir que se vaya”… Puede que suene cliché, quizás. Pero… ¿qué separación amorosa no lleva consigo condimentos del drama shakesperiano, una cucharada de telenovela venezolana y una pizca de película hoolywoodenses?.


De todas formas, suene o no suene un lugar común, cuando uno se separa de alguien a quien ha querido de verdad cosas como esas pasan: el irrefrenable llanto y la inmediata risa infundada, el insomnio de las noches y el sueño del día, la necesidad de recuperar la vida en soltería y las ganas de seguir caminando de la mano, empezar una nueva etapa pero extrañar al otro, reírse y llorar mas y mas cada vez (en algunas ocasiones en simultaneo), querer relacionarse con cualquiera y sentir al mismo tiempo que nunca mas vas a querer enamorarte, es querer olvidar y recordar. Sufrir y relajar.


La soledad por las noches desespera, dice la canción. Capaz por eso necesite escribir un sábado que me toco acariciar lo áspero.

Te amo. Te odio. Dame mas.