martes, 26 de noviembre de 2013

Noches de Sol

Mimí es sensual. Extrovertida. Candente. Su seducción, sus movimientos, su soltura, su intensidad y el caudal de su voz simplemente eclipsan. No es posible describirla sin destacar la atracción mágica que parece embrujar de principio a fin a los espectadores que contemplan a la morocha puertorriqueña que sonríe, se mueve sexy y agradece, conmovida, frente al primer aplauso que da la ovación del comienzo del show en Niceto Club, un viernes húmedo de noviembre.
Antes del vivo, la historia. Su historia. Que dice así.
Mimí Maura es Midnerely Acevedo, una boricua que nació en 1968, en Puerto Rico. De niña creció entre Chicago y México. Su padre y su madre fueron quienes la introdujeron al universo de la música. Así, dice, fue como aprendió a cantar, escuchando a su papá, el reconocido cantor de boleros y baladas Mike Acevedo y a su mamá, a quien le adjudica su destino de cantante: “La voz de mi madre era la voz que se escuchaba en la casa”, dirá en una entrevista mientras recuerda anécdotas de su pasado.
De naturaleza nómade, la familia Acevedo decide establecerse en San Juan de Puerto Rico cuando Mimí, como la llamaba su padre, tenía sólo 14 años. A finales de los ochenta, y con una lista de covers de boleros bien aprendidos, Midnerely sube por primera vez a un escenario.
Así, quizás, comienza esta historia.
En 1991 y con sólo 19 años Mimí se pondrá al frente como líder y cantante, de la banda Alarma. Una banda de heavy metal compuesta únicamente por mujeres: “Con Alarma hacíamos mucho ruido y a mi viejo no le gustaba que yo gritara tanto. Él decía que cantar tenía que ser como acariciar a alguien, como saborear un bombón”, relata Mimí cuando le preguntan acerca de sus inicios en la música y el metal. Con Alarma logró girar por Estados Unidos presentándose en New York Sob´s y en Los Ángeles. En Puerto Rico alcanzó la popularidad que la llevó a estar en festivales latinoamericanos que le permitieron tocar con bandas y solistas reconocidos como 2 Minutos, Fito Paéz y Fabulosos Cadillacs.
Aquí es cuando nos detenemos.
Con Cadillacs cambia el destino. Gira la rueda. Llega el amor. Punto aparte.
Mimí se enamora de Sergio Rotman, músico, argentino, saxofonista de Cadillacs y Cienfuegos. Y lo que comenzó como una amistad, con cartas, intercambio de música y demos, se volvió un amor apasionado e inevitable.
Mimi abandona todo por Rotman. Rotman abandona todo por Mimí. Ella se va con Cadillacs a México y graba su voz en el tema Calaveras y Diablitos. En plena popularidad Fabulosa Rotman decide instalarse en Puerto Rico. Tiempo más tarde, será Mimi quien viajará a la argentina dejando Alarma como respuesta al reclamo del resto de las integrantes que cuestionaban sus ausencias cada vez más repetidas.
Así fue que Mimí llega a Buenos Aires. Corría 1996 y por pedido de Rotman, armaron la banda a la que llamarían Mimi Maura, y que tendría en sus orígenes rock steady, reagge y ska como base de un estilo único y característico que se destacaría por hacer “música atemporal, sin modas”, y por tener liderando al frente esa voz qué desde el inicio estremeció a Rotman: "Mimí es tan buena cantante que no se puede hacer otra cosa que aprovecharse de eso. Su voz no deja ningún tipo de dudas que es ella”. 
Entonces, nace Mimí Maura. Mimí y Rotman crean la formación junto a un grupo de amigos: Fernando Ricciardi, baterista de Cienfuegos; Martin Aloe, bajista de Cienfuegos; Mario Siperman y Toto Rotblat de Fabulosos Cadillacs en teclado y percusión respectivamente y Maneco y Jason en guitarra y trompeta. En 1997 y embarazada de 7 meses, Mimí debuta en los escenarios porteños haciendo un show en el ciclo Molotov del Centro Cultural Ricardo Rojas.
Llega 1998 y con él Leroy, primogénito de la pareja. Será el año del receso maternal y el año en el que preparen el primer disco de la formación que presentarán 12 meses más tarde en El Dorado. Los shows de Mimí Maura empiezan a recorrer el boca en boca y con ellos crece la popularidad de una banda independiente que consigue irrumpir fuerte en la escena local. 
Crisis económica y social en argentina. Es junio de 2001 y Mimi Maura logra la hazaña de celebrar el primer gran éxito de la banda en La Trastienda, consiguiendo vender todas las entradas. Éxito que repetirán en septiembre en el mismo lugar y superando su propio record: 1500 entradas vendidas. Confirmando, así un hecho: toca Mimí y en Trastienda no entra un alfiler.
Modificaciones en la banda, por Siperman entra Dante Clementino y por Jason, Hugo Lobo y Sergio Colombo. Raíces de Pasión, será el segundo disco de la banda, producido artísticamente por Ricardo Moyo y mostrará la maduración de una banda que entre reggaes y boleros vende más de 5000 discos. Feliz en mí soledad y Yo no lloro más serán los éxitos que resuenen y lleven a Mimí a ganar el Premio Carlos Gardel.
Noches de Pasión. Frenesí y un desgaste en 2006 y una nueva edición de Mimi Maura en Trastienda, donde se presentan Rotman en saxo y guitarra, Lobo en trompeta y batería, Saez en guitarra, Dante Clementino en teclados y Abel Clementino en bajo. La misma formación que grabará Mirando caer la lluvia. Dulces Sueños será el primer DVD de la banda y Mimi Maura se rearmará con el regreso Fer Ricciardi y la inclusión del trombón Cadillac de Dani Lozano.
Cambia la década. Rotman y Mimí se instalan definitivamente en Puerto Rico. Mimí Maura estrena Días de Sol (Special Dub Versión), un disco que llevan grabando desde 2008. Van y vienen intercalando shows en argentina que se hacen cada vez más espaciados y anhelados por el público argentino.
Fin de la historia. Comienzo del show, retomando desde la ovación.
Mimí entra en escena con un vestido ceñido al cuerpo que deja ver, entre luces verdes y coloradas, rasgos de unas curvas de antaño bien pronunciadas que acompaña, siempre, sensual. De movimientos atractivos al danzar, mueve las manos, las caderas y el pelo. Y Brilla. Y embelesa a los espectadores con toda su energía y la fiereza de su voz.
Comienza el show, Mimí sonríe, feliz. A su lado Rotman la mira y la luce. Y se fascina. Al verlo, en su expresión, uno puede pensar que aún lo atraviesa la misma sensación de la noche en que se conocieron, allá por los años noventa.
Atrás, suena la banda, compacta, dinámica, festiva. En un prolijo orden los vientos arrancan la coreografía que mantendrán activa hasta el final. En una sincronía perfecta, que se interrumpe por algún solo improvisado. O por algún arrebato festivo de Rotman que baila desfachatado.
I´m gonna lock my heart será el tema de inicio del show, que servirá para desperezar a aquellos que se adormecieron con el sonido monocorde y difuso de Miss Bolivia, minutos atrás en un Niceto que comenzaba a llenarse y que, ahora si, explota. Minutos después del bolero de inauguración sonará Misterio, donde Mimí Maura hará vibrar todo Niceto por completo. Voz clara, impecable sonido, fuerza brutal en la voz. Del disco Raíces de Pasión Mimí interpretará también los hiteros Al borde del tiempo, donde Rotman se lucirá con un solo de saxo, y Yo no lloro más, donde la boricua confundirá parte de la letra, detalle que pasará inadvertido para aquellos nostálgicos que se deleitan escuchando los clásicos conocidos.
La lista sigue con El día de mi suerte y Mirando la lluvia caer. Público entregado. Bailando. Cantando. La banda suena y la fiesta crece, Mimí logra simplemente trasmitir su alegría. Y lo expresa, interrumpiendo de vez en vez con palabras de agradecimiento que se confunden entre la tonada boricua y el murmullo que genera un Niceto repleto. Suena Jamás estuvo aquí y Soledad, dos de los éxitos del disco Frenesí. Sigue La Huella y el cover de The Beatles que solo Mimí puede interpretar mezclando en una perfecta versión dub y salsera el tema de los ingleses Ticket to ride. Ahora si, en el ambiente está la sensación de que ya nos tiene a todos entre sus manos.  
Breve pausa, Mimi descansa. Pasó más de 1 hora de show y apenas unos minutos le alcanzan para volver al ruedo. Retorna al escenario con un raspador de madera que le sirve para interpretar Canción a Nereida, uno de los temas del disco Días de Sol, del que también sonarán los potentes Quemapuentes, donde Lobo enseñará al público su destreza en un solo que deja en el aire un dejo de admiración, y Todos los días de sol, donde una generosa Mimí invitará al escenario a la líder de Miss Bolivia, para que haga una suerte de rapeo, algo pobre, justo en medio de la canción. Esa noche tu vida cambio y Mi ciudad llegaran a escena mientras un histriónico Rotman divierte al público, alternando entre el saxo, la guitarra y los coros. Danzando, divertido. Mimí pide un aplauso a sus caderas mientras gira lento, meneándose. Gran aplauso masivo y el show sigue. Sube al escenario Pablo Martin, guitarrista invitado de Tom Tom Club de New York City, actual banda del bajista y batero de Talking Heads, quien interpretara junto con la banda una versión furiosa de No, No, No.
Anunciando el final sonarán Dulces sueños y Judge Not, un homenaje a Bob Marley que es un clásico de la banda y se repite en cada show, Casas en llamas que vendrá a exponer, una vez más como durante todo el show, la pasión que Mimi regala en cada canción. Se hace una pausa breve, presentan dos temas nuevos que anuncian buenas noticias: un nuevo disco. Suena Ba ba boom, reafirmando porque Mimí Maura es una formación dinámica y bien ensamblada que demuestra tema tras tema su prestigio.
Van llegando las 2 horas de show. La banda se fue y volvió para tocar Vente conmigo mientras un enardecido público pide, entre aplausos, una más. Entonces vuelve, sola con su raspador, Mimi. Una luz la ilumina en el centro del escenario mientras ella interpreta un bolero que hace estremecer al público hasta la piel de pollo.
Ovación final.
Niceto sigue de fiesta.
Imposible que consiga una como la que acaba de terminar.
Escuchar disco completo: Días de sol. Mimi Maura (2010)

martes, 19 de noviembre de 2013

Musica Supersonica




“Todas esas palabras que no puedo ni quiero escribir
Me desesperan todas esas palabras”

Dos años después de su disco A propósito, Babasónicos lanza Romantisísmico, dejando atrás uno de los discos más estridentes que la banda le regaló en 2011 a la escena musical latinoamericana, con tracks hiteros como Muñeco de Haití, Deshoras y Tormento.
Diez discos de estudio pasaron y Babasónicos vuelve al ruedo, contando en 12 temas bien escritos y producidos, con letras histriónicas que abordan el rock, el pop y ese estilo sónico (tan Baba) que deja en claro por qué siguen siendo fieles a su esencia, repitiendo sin sorpresas, la mágica formula Babasónica.
De la mano de Sony Music la banda integrada por Adrián Dárgelos, Diego Rodríguez, Mariano Roger, Diego Tuñón, Diego Castellano, Carca y "Tuta" Torres, vuelve a superarse con Romantisísmico, generando una estética romántica que recorre desde las tipografías, las gráficas y las letras de amores frágiles y tormentosos, transformándolos en baladas melosas mezcladas con sintetizadores en temas como Negrita, Los burócratas del amor, Celofán y Run Run. Oscilando entre sonidos más enérgicos (y quizás algo conocidos) como La Lanza, corte de difusión, video y tema de inicio del disco, acentuando la creatividad y el frenesí típico de la banda en Aduana de Palabras, Uso, Humo, Casi, Uno tres dos, metiendo unas guitarras rifferas en el tema mas rockero del disco El baile del Odín o jugando con un sonido mas rockabilly en Paisano.
 Una vez más, 20 años después, Babasónicos logra la perfecta armonía de reinventarse desde lo que sabe hacer: buena música super-sónica.
 

 

Escuchar sound track La Lanza