Pocas veces recuerdo mis sueños.
Pero cuando mi inconsciente se niega a reprimir resulta que retengo en la memoria unos sueños fabulosos.
Este es el caso del hombre culo.
Un ser que se aparecio en mis sueños caminando, despreocupado. De bermudas y cuero. Flaquito él, iba paseando en un fondo rosa y naranja muy psicodelico, con su cara de perfecto y redondeado culo.
Arribo asi a 2 conclusiones:
1) Comerse un pancho en la plaza puede traer formidables consecuencias tales como: inolvidables sueños lisergicos (ademas de diarrea o nauseas varias)
2) Liberar nuestro inconsciente a menudo resulta ser una experiencia excesivamente gratificante. Freedoom inconciente Señores!!! Arriba los hombres culo y las mujeres teta!