Unos
jeens sueltos, pelo colorado, cara lavada. En un costado y apartada del tumulto
que amerita el baby shower de una de sus hermanas, Griselda juega con
Margarita, la hija que la actriz y el productor Adrián Suar (45) tuvieron hace
un año. Entre esa vorágine de familia que celebra, niños que corren, tortas,
charlas y risas fuertes, la protagonista de Farsantes,
uno de los programas más exitosos de la televisión argentina, abraza a su hija
y observa en silencio la escena. Aún a la distancia, Griselda Siciliani (33) irradia
“esa luz”, la que hace que en su sencillez se vea simplemente hermosa.
¿Qué
se siente hacer un éxito masivo como es hoy Farsantes?
Está buenísimo. Pienso que un éxito
y un fracaso llevan exactamente el mismo trabajo para un actor. Y cuando un
programa es un éxito es un alivio porque todas las horas de trabajo que lleva te
devuelven un plus que es el reconocimiento de mucha gente. Con Farsantes lo que cambió es la cantidad
de gente que lo ve, eso hace que uno se sienta mejor, que el ego se levante. Además,
creo que el éxito tiene que ver con si te gusta o no como actor lo que estás
haciendo, esa es la clave fundamental.
¿Qué
significa para vos trabajar con Julio Chávez y qué opinas de los rumores que
dicen que es un tipo “difícil”?
Trabajar con Julio es un honor, y
un placer, además de un aprendizaje. Siempre hay rumores de que Julio es bravo y
creo que tiene que ver con que él trabaja de una manera muy seria, que no
quiere decir que él sea serio, al contrario, es muy gracioso, pero es serio con
la forma de hacer su trabajo. Es un estudioso de la actuación, es un actor que
sabe lo que está haciendo y lo que estamos haciendo todos, tiene una visión
global, porque además de actor es director.
Yo lo conocía por amigos en común, de la vida social y nunca quise estudiar
con él para no cambiar esos roles, aunque me hubiese gustado. Así que aprovecho
y medio como que estudio ahora.
¿Qué crees que hay de Griselda al momento de
interpretar a Gabriela de Farsantes?
Pienso que
habrá muchas cosas, aunque a grandes rasgos. Es una chica de barrio, yo
también. Hay algo de la clase social, de sus ambiciones que yo puedo entender,
lo tengo más cerca. Es un personaje que siento afín a lo que yo hago como
actriz. Cierta inocencia y cierta brusquedad. Es muy ambivalente, es de una
manera y de golpe es totalmente diferente, eso me queda muy bien para actuar.
Margarita interrumpe la escena, Griselda
embellece su expresión y dice: “¿Querés ponerte otro babero que estas toda
mojada, babona?”, “¿Tenés frio hija?, No. ¿No?” Margui agarra el grabador y huye
corriendo. Vuelve y lo devuelve. Seguimos.
Te
levantas seis y media, grabas 10 horas por día, ¿Cómo llevas este ritmo en
relación a la maternidad?
Me deje libre dos medios días por
contrato. Así me manejo todos los días. Antes grababa 12 horas, laburaba todo
el día, llegaba y estudiaba las escenas, porque el trabajo estaba en primer
lugar. Al tener un hijo cambia todo al lugar al que tiene que estar.
Se te ve muy cómoda con este nuevo rol. ¿Te imaginabas así?
La verdad es que Margui me conectó
mucho más con todo. Vivo la maternidad como una especie de subida de volumen a
todo lo que me pasa. Es acomodarme y no ponerle presión a las cosas porque lo
que más me importa en la vida es hacerla feliz, nada más.
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EN CINE Y EN TEATRO
Con el mismo grupo de trabajo de su
última obra Corazón Idiota Griselda Siciliani prepara su próximo
espectáculo, pero ésta vez sin Carla Peterson. Sin libro escrito aún, la actriz
dice: “El año que viene voy a estar entrenándome un poco, volviendo a bailar, a
cantar y trabajando la parte creativa del show, para poder estrenar en 2015”. También estará presente en cine con una
película de Diego Lerman, director de La
Mirada Invisible y de Tan de repente.
Donde la actriz interpreta a una mujer que escapa del maltrato doméstico: “Es
una película muy cruda y a su vez muy tierna”. Y afirma que filmará otra
película más para fin de año: “Me interesa hacer películas que me gusten y
sigan la línea de El Ultimo Elvis”,
agregó.
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SEXO EMBELLECIDO
En relación a las escenas calientes
que le tocan protagonizar a la actriz con Facundo Arana
en sus personajes de Gabriela y Alberto de Farsantes,
Siciliani dirá: “El sexo que vemos en televisión no existe en la vida real. Esta
embellecido y por eso no tiene mucho que ver con la realidad. Se muestra muy
dulce y poéticamente, y se suaviza porque si se hiciera de una manera más
verdadera sería muy brusco”, y agrega que al ser un momento íntimo si se
acercara a la realidad sería fatal: “Por eso tampoco se muestran personajes
haciendo caca, porque los momentos íntimos siempre son difíciles de mostrar con
cierta verdad”. Para decepción de algún espectador, Griselda asegura: “En
general esas escenas uno quiere que pasen rápido”.
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