miércoles, 5 de noviembre de 2014

“Si uno no se pone metas grandes se transforma en un ser pequeño”



A punto de presentar el segundo disco en el Personal Fest el líder y cantante de La Armada Cósmica relata su historia de vida y cuenta las aventuras de un nuevo artista cósmico.


De gafas negras, gorro cowboy y campera de cuero sale en silencio de la sala en la que ensayó por casi tres horas. Es una noche fascinante para estar al aire libre y aunque la propuesta suene tentadora Daland Gutierrez, líder de la banda La Armada Cósmica, cruza indeciso de una esquina a otra, “Puedo alimentarme sólo con comida chatarra, otra cosa no como, si no engordo”, desliza. Hay que definir donde cenar y el cantante se debate entre Mc Donalds o Subway. Gana la brisa fresca y el sándwich de avena dulce, aunque la hamburguesería tendrá su pequeña revancha cuando una simple con queso al paso resulte un buen tentempié.
Ya acomodados, grabador encendido, habrá una sola pregunta que no debe preguntarse pero que estará presente, como sobrevolando, durante la hora y media que dure la entrevista. Danland Sepum (así se hace llamar), es el hijo de Juanse, ex líder y voz de Ratones Paranoicos. Hablar de eso, advirtió su manager, está vedado. Algo con reconocerse como “hijo de” lo incomoda y Daland prefiere omitir la herencia de su linaje. Quiere entrar en la escena local despegado del estilo “Paranoico” y ha optado por continuar su camino a la fama como alguien autónomo e independiente, quiere hacerse oír en la escena local como un nuevo hijo rebelde del punk, del grunge y del brit-pop. En sus declaraciones a la prensa Daland es algo irreverente, arrogante, vanidoso y por momentos cínico. Pero también es encantador, agradable, afectuoso y agradecido. Todo en igual proporción, “Me encanta pecar de agrandado, disfruto que me digan lo bueno que soy, hay gente que lo oculta, yo no, lo manifiesto sin vergüenza”. Es polémico, o lo intenta. Es a veces un adolescente y a veces un adulto. A sus 21 años vive con sus padres, no fuma, no toma alcohol, “ni ninguna droga pesada”. Eligió eso después de vivir algo rápido y transcurrir un proceso que comenzó a sus catorce años en la capital de las diagonales, “De La Plata me traje muchas sustancias, en todos los aspectos. Me fui con unos amigos y era todo una locura”. Esa experiencia el cantante la recuerda como “algo nostálgica”, porque todo lo que consumía lo llevaba a esa sensación: “Eran las siete de la mañana y era la angustia de lo que había pasado hacía cinco horas atrás”. Vivía con cinco amigos más grandes en el garaje de la abuela de su amigo Francisco “Pancho” De la Canal, (actual líder de Valentín y los Volcanes), durmiendo todos en bolsas de dormir, sin baño, ni comodidades: “Fue la etapa más experimental hard rock que tuve en mi vida”. En La Plata Daland creó su primera formación llamada “Thisparados”, de quiénes decidió separarse un tiempo después cuando se dio cuenta que estaba viviendo una vida a otro “level”: “Un día nos encontramos pasados de rosca mal y nos miramos entre nosotros y nos dimos cuenta que ese no era el lugar apropiado para criaturas adolescentes. Estábamos viviendo como si tuviéramos veinticinco años pero éramos niños, literalmente niños”. A su relato Daland le agrega que volvió a Buenos Aires porque no podía hacer nada, porque ya no había disfrute, “Éramos como piratas que no estábamos preparados para vivir así. Un día nos miramos entre todos y dijimos que si seguíamos así nos íbamos a morir”.
Dos años más tarde de la locura de La Plata, Daland viajó con Pancho De la Canal a Londres, en plena separación de sus padres y en un momento económico “muy difícil” para la familia, logró financiar su estadía cobrando un dinero en SADAIC por una composición que hizo para su viejo, (Juanse), a los doce años y poniendo en venta su guitarra eléctrica. Así, con diecisiete años, logró comprar el pasaje y partir durante tres meses y medio a la capital británica. Ya en Londres se hospedó en una residencia que recuerda como un lugar “horrible” en el que vivió por un tiempo hasta ser rescatado por un amigo hindú, “Tenía 17 años recién cumplidos, estaba en el culo del mundo y me chupaba un huevo todo”, recuerda, “Tocaba temas de Zeppeling para todos los residentes”, hasta que una noche un huésped lituanes intentó violarlo: “Como soy más parecido a mi mamá que a mi papá físicamente, y cuando era chico no era tan consciente de eso, y era muy flaquito y tenía el pelo largo por los hombros, no tenía barba y tenía los ojos muy claros, el chabón de lituania me decía cosas, me decía que tenía lindas piernas y era lo único que sabía decir en ingles”, y continúa su relato: “Una noche fui a hacerme un arroz a la cocina, vino de atrás, me agarró de la mano y me salvé por otro huésped que escuchó mis gritos y vino a amenazarlo apuntándolo con su carabina”. A partir de esa situación Daland se fue a vivir a la casa de su nuevo amigo hindú, “Siempre me particularicé por sacarle plata a las personas”, con quien asegura seguir en contacto por facebook. De la experiencia de Londres se llevo buena música y una nueva perspectiva, “Volví acá y empecé a hacer esa música. Era todo una copia de Oasis, de Artics Monkeys, de los Libertines. “Nosotros tenemos mucho de eso, también tenemos mucho de The Beatles, Oasis, mezclado con Cerati y Nirvana”. Habla de “nosotros” y se refiere a la formación que surgió después de “Thisparados”, se llama “La Armada Cósmica” y es un cuarteto enérgico que crece a la velocidad de la luz, “Estoy cien por ciento seguro de que La Armada Cósmica en cinco años va a estar tocando en algún lugar de Europa”, y agrega: “Como objetivo personal me gustaría cerrar el Glastonbury (uno de los festivales de rock más importantes del mundo), porque algunos pensarán que soy un agrandado, pero yo creo que si uno no se pone metas grandes se transforma en un ser pequeño y si somos todos seres pequeños el mundo se va a la mierda, porque Lennon está muerto, Jesús está muerto, el Dalai Lama se murió. Entonces creo que tiene que haber gente gigante en el mundo”.
El próximo sábado La Armada Cósmica cerrará un gran año, con nuevo video y cd, presentándose en el Personal Fest: “Lo que quería cuando forjé el proyecto de La Armada lo logre hoy en la sala, por primera vez después de mucho tiempo pude reunir a los músicos adecuados para la música que yo invento. Eso es muy difícil porque invento una música que al oído simple parece como una melodía más de los Beatles, mezclada con un poco de guitarras sangrientas a lo Kurt Cobain, pero en realidad no es tan fácil reproducirla como parece escucharla”, reflexiona y agrega: “Hoy la banda tiene a los músicos indicados para el proyecto, fue un largo viaje en donde el único que sobrevivió fue el baterista y co-creador de La Armada, Matias Luque”. En la actualidad Daland es el compositor de todos los temas y asegura que al momento de componer él es su principal referente y “la prueba más difícil de pasar”. Se reconoce como gran compositor y guitarrista, “Hago las dos cosas muy bien”. Además, anticipa que está componiendo música nueva, que solo piensa en canciones y que La Armada es una banda que tiene que escuchar “todo el mundo”.
     Sobre el final, y como no podría ser de otro modo, surgirá la pregunta vedada, Daland es hijo de su padre y es necesario saber porqué elige ocultarlo: “A mí no me jode ser “hijo de”, sólo que no encuentro necesidad en generar el vinculo que pretende la prensa”. Se detiene en su reflexión y con franqueza agrega: “Lo que pasa en realidad es que yo quizás no estoy cien por ciento de acuerdo con las actividades artísticas de mi viejo, entonces si me preguntan acerca de lo que hace estoy en el compromiso de responder  que no me gusta y  ganarme una cara de culo en mi casa, o de responder sin ser sincero respecto de lo que pienso. Ese es básicamente el punto, ¿Entendes?, Es para evitar un problema familiar”.

Por Maria Soledad Fernandez
 

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