Elije tu propia aventura - PARTE II - Mientras dormias - (Elección: BRUJAS)

No sabe cuanto tiempo paso hasta sentir la fuerza necesaria para abrir los ojos.

No sentía dolor en el cuerpo, no tenia miedo y tampoco le importaba estar tendida alli, desnuda. Extrañada, y todavía en el piso miro alrededor para reconocer que estaba en un lugar que no conocía pero que simplemente le resultaba familiar.

Decidída logró reincorporarse. Sentada alli contempló durante unos minutos todo el espacio. Un sillon deteriorado, sin patas y perfectamente apoyado en el suelo. Un espejo enorme, colocado con exactitud en el centro de la sala. No habia luces, no habia ventanas y a la misma distancia, rodeando el espejo, habia 5 candelabros con 5 velas negras alumbrabando la escena.

Estaba sola pero con la sensación de estar siendo cuidadosamente observada. Sabía que la serenidad que tenia en ese momento iba a ser interrumpida en poco tiempo. No estaba asustada pero su corazón latia fuerte, sentía una adrenalina nunca antes conocida.

Se puso de pie y camino hasta el espejo, observó por unos minutos su cuerpo desnudo. Analizó sus curvas y las facciones de su rostro. En ese mismo instante un llanto hondo y profundo la arrebató, no sentía angustia, era, en cambio, un sentimiento de nostalgia que la invadió de golpe. Sin saber porque comenzó a pensar en su niñez, precisamente en los recuerdos de su abuela, de la que pocos -pero felices- recuerdos guardaba. Maria no acostumbraba tener recuerdos dulces de su infancia, pero lloraba sin explicación ni sentido, imaginando secuencias de besos y abrazos calidos con aquella mujer anciana, arrugada y de pelo grisaceo. Asi estuvo durante un rato, hasta que la imagen de un portarretratos dado vuelta (imagen que no había observado en su recorrida visual) logró distraerla de la congoja y los recuerdos del pasado.

Por primera vez Maria sintió miedo. Un sudor helado (el mismo que sintió antes de desmayarse) la recorrió por completo. Una fuerza extraña la empujaba hacia el portarretratos y a pesar del panico que la detenía decidío caminar hacia él. Caminó 5 pasos (que contó para darse fuerzas) y frente al portarretratos se puso de rodillas, las manos sudorosas no le impidieron tomarlo entre sus manos para ver la imagen que alli se ocultaba. Con coraje giró el portaretratos y una brisa fria y hedionda la golpeó. En ese mismo instante la primera de las 5 velas se apagó... (continuará)

Si queres que Maria siga en el cuarto, escribi CUARTO.
Si queres que Maria se despierte en el baño, escribí BAÑO.